en 1,440 minutos
Soñé despierta delante de la computadora, y tuve una noche en vela. Lo poco que dormí lo hice abrazada a una almohada. Tuve un día tonto y fugaz. Por la mañana tuve que regresar a mi casa pensando que había dejado conectada la cafetera, seguí de largo donde tenía que dar vuelta, pensé en voz alta, revelé secretos, dije tonterías. Algunas palabras resuenan en mis oídos constantemente. Un perfume despertó un sin fin de recuerdos y una canción me puso la piel chinita. Creo en las señales y todavía creo en el amor. Una llamada podría abrir las puertas del cielo. Lloré un promedio de 2.11 lágrimas, y me consolé dibujando corazones con nombres en una servilleta. Comí chocolates y me prohibí las palomitas. Atesoré mensajes en el celular. Enumeré lo malo pero siempre acabo por pensar que a mí lo bueno me deslumbra. Bailé frente al espejo. No encontré un lugar para mi paz. Acaricié la cabeza de un bebecito en el super. Me pinté de rojo las uñas de los pies. Se derritieron mis relojes internos, como en el cuadro de Dalí, se acabó el tiempo... y entonces desperté.
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2 comentarios:
Realmente no se si me gusta más cuando escribes cómico o cuando escribes así, es profundo y melancólico, en serio una disculpa por no dejarte comentarios más sguido.
Solo falta poner de fondo la canción de "The Miracle" de Leonard Cohen para sentir todo eso un poco mas como si la sangre se volviera un liquido que transporta astillas. El dolor del arrepentimiento, el abrir el corazón y decirlo todo y amanecer con la mente tratando de recordar lo que uno dijo o hizo. Hace falta la canción de Cohen para poder sentir ese no hay amor, ese vacío, esa soledad.
No será más bien distracción?, cuando uno alcanza el nivel JEDI de ir a un centro comercial y ponerse felíz de ver cuantas cosas no necesita uno (y que los demás no se dan cuenta). Es ahi cuando uno ha tenido los suficientes actos de amor con uno mismo. Los suficientes para no depender emocionalmente de alguien, los suficientes para no llenar el vacío propio con un humano. Los suficientes para que en lugar de necesitar de una pareja y esperar recibir de ella se busque compartir. Los suficientes actos de amor con uno mismo para que la celotipia sea utopía.
No hay depresión, hay distracción. No hace falta nada para ser feliz si realmente se observa el caleidoscopio bien.
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